sábado, 11 de febrero de 2017

15 de febrero de 1917, un día triste para Garrucha


D. Francisco Berruezo López. Hacia 1900
Contaban los mayores que algo cambió en Garrucha aquella fatídica mañana del jueves 15 de febrero de 1917, que una sensación de tristeza, vacío y apatía se instaló desde entonces en el bello pueblo marinero del comercio y la minería. Exagerada o no esta apreciación, lo cierto es que la pérdida de don Francisco Berruezo López supuso un duro golpe para el municipio.

Eran las nueve y media de la mañana de aquel día de doloroso recuerdo cuando el venerable anciano cerró los ojos para no volverlos a abrir más. Atrás quedaba ya una vida de éxito, donde destacó en muchos aspectos, pues a lo largo de sus 75 años fue un próspero comerciante, industrial, potente inversor minero, rico propietario, Vicecónsul de Portugal y un gran político local, siendo, además, Alcalde de Garrucha en el último tercio del siglo XIX. Tampoco conviene olvidar que fue un firme impulsor y sostén de las tradiciones populares del municipio y que fue agraciado por el Rey Alfonso XII con el título de Caballero de la Real Orden de Isabel La Católica en 1885. Asimismo, siempre apoyó toda causa regeneracionista que buscase el progreso y la mejora de Garrucha.

La noticia del fallecimiento de don Francisco Berruezo López corrió como la pólvora por Garrucha y una ola de consternación sacudió al municipio. Cientos de personas se agolparon en cuestión de poco tiempo en torno a la casa del fallecido, deseosas de acompañar a la familia en estos duros momentos. Contaban que fue tal la masificación de gente que se reunió en la plaza de Abastos (actual Pedro Gea), donde estaba su domicilio, que las autoridades municipales tuvieron que requerir los servicios de las fuerzas del orden para evitar incidentes.  

Pero qué mejor que sea la prensa de época la que nos recuerde esta efeméride de triste recuerdo familiar de la cual se cumplirá el próximo día 15 el Centenario:

D. Francisco Berruezo López
El telégrafo con su triste laconismo nos comunica una fatal noticia. Desde la mañana del 15 de actual llora Garrucha la pérdida de una relevante personalidad de aquel pueblo, don Francisco Berruezo López, que a su desahogada posición social unía tal respetabilidad y tales condiciones de carácter, que mereció durante su larga y caballerosa vida la estimación unánime de cuantos le conocieron.
En política fue siempre liberal y hoy militaba en las filas de los incondicionales amigos del ilustrado diputado a Cortes por Vera don Augusto Barcia. Los achaques de sus últimos años le tenían algo retraído en el seno de su amorosa familia, y aunque su naturaleza se resentía por el desgaste de los años, su espíritu juvenil y abierto a todo lo noble y lo altruista, le daba alientos para luchar con sus males, sin que jamás perdiera aquel “sprit”, aquel humorismo tan fino, tan discreto… ¡tan suyo!
En esta casa de EL DIA se le estimaba y se le quería de todo corazón. Por eso su muerte nos ha impresionado grandemente dejándonos en el alma perdurable amargura…
A sus hijos, por quienes tanto afecto sentimos; a su hijo político nuestro entrañable amigo y correligionario D. Simón Fuentes, y a toda su distinguida familia enviamos la expresión de nuestro más profundo pesar, tan grande como el cariño que en vida tuvimos al caballero sin tacha que se llamó don Francisco Berruezo López.
(El Día, Almería, 17 de febrero de 1917)
D. Francisco Berruezo López
Hoy ha tenido lugar en esta población (Garrucha) el entierro de don Francisco Berruezo López, caballero de la Real Orden de Isabel la Católica y vicecónsul de Portugal en esta villa, cuyo fallecimiento a los setenta y siete años de edad, tuvo lugar ayer a las nueve y media de la mañana.
No queremos dejar que pase tan triste acontecimiento sin tributar un respetuoso recuerdo al que en vida fue una distinguida personalidad, de lo más selecto de esta sociedad, y que por sus excelentes condiciones de bondad y caballerosidad, bien definidas en todos sus actos, así públicos como privados, mereció el aprecio y consideración de todos cuantos tuvimos la alta honra de frecuentar su amistad. Y ello lo acredita, la nunca vista manifestación de profundo duelo que se le hizo, a la que no solo contribuyó este pueblo sino que de los limítrofes hubo inmensa afluencia de forasteros de todas las clases sociales que rindieron al finado el último y más estimable de los homenajes, acompañándolo hasta su última morada.
En señal de duelo, el comercio sin excepción cerró sus puertas, presentando Garrucha el más triste de los aspectos.
Llevaron las cintas del riquísimo féretro los señores don Pedro Gea López, banquero; don Gonzalo Plá y Oliva, comerciante; don José López Campos, comerciante; don Antonio Lacal Montenegro, médico; D. Telesforo Segura López, comerciante; y don Pedro Cánovas, propietario de Turre.
Presidieron el duelo D. Simón Fuentes, hijo político del finado; D. Juan José Giménez Canga-Argüelles y don José Fuentes Caparrós.
Reiteramos nuestro más sentido pésame a la respetable familia del que en vida fue nuestro entrañable y cariñoso amigo.
EL CORRESPONSAL
Garrucha 16 Febrero 1917
(El Día, Almería, 20 de febrero de 1917)
Al cementerio municipal llegó la imponente comitiva fúnebre compuesta por decenas de personalidades de Garrucha y otras localidades, Autoridades Municipales, Cuerpo Consular, Hermandades… así como un inmenso gentío que lloró desconsoladamente la muerte de un hombre bueno que consagró su vida por y para Garrucha.

En el Panteón que él mismo mandó construir décadas atrás se le dio sepultura envuelto en la aureola de gratitud del pueblo de Garrucha, entre la gran admiración y cariño que le profesó en vida el levante almeriense.



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