domingo, 26 de febrero de 2017

Santa Misa y Ofrenda a la Virgen de los Dolores


Miembros de la familia Berruezo, Hermano Mayor y miembros de la Junta de Gobierno,
Camareras de la Virgen, Alcaldesa de Garrucha, Concejal de Cultura y otras personas.
Fotografía Cortesía Isabel María Simón Castaño

El pasado 18 de febrero a las 7 de la tarde tuvo lugar en la Iglesia Parroquial de San Joaquín de Garrucha una Santa Misa en honor a D. Francisco Berruezo López, cofundador y primer Hermano Mayor, en 1868, de la hoy conocida como Real, Ilustre y Antigua Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores. También se realizó una Ofrenda a la Virgen.

El acto, organizado por la comentada Hermandad con ocasión de cumplirse el centenario del fallecimiento de su fundador, contó con la asistencia de las diferentes Cofradías del municipio, diversas Autoridades Municipales como la Alcaldesa, el Concejal de Cultura y otros ediles, miembros de la familia Berruezo, amigos y vecinos de Garrucha.

Hermano Mayor D. José Rosa
La Eucaristía fue oficiada por el párroco de la localidad D. Domingo Fernández Navarrete y en la misma el Hermano Mayor, D. José Rosa López, recordó la importancia de la efeméride que se cumplía para la historia de la Hermandad y de Garrucha, y esbozó una semblanza del homenajeado, así como unas pinceladas de la influencia y vinculación de la familia Berruezo en la historia de la Iglesia:

D. Francisco Berruezo López nació en Viator el 18 de abril de 1841 y falleció en Garrucha el 15 de febrero 1917. Era hijo de D. Pedro Berruezo Ayora y de Dña. María Teresa López Moraga.
Desde su infancia estuvo vinculado a Garrucha y ya en 1865 fundó su Casa Comercial en el municipio, convirtiéndose en poco años en una relevante personalidad en el mundo de los negocios y la minería. Asimismo, fue una figura destacada de la política local y a lo largo del último tercio del siglo XIX ocupó los cargos de Concejal, Regidor Síndico, Teniente de Alcalde y Alcalde de Garrucha de 1887 a 1889. También fue durante décadas Vicecónsul de Portugal y estuvo en posesión del título de Caballero de la Real Orden de Isabel La Católica.
Miembro destacado de la familia Berruezo, había contribuido, junto a otros familiares, a que Garrucha consiguiera su independencia respecto de Vera en 1861, siendo su tío don Manuel Berruezo Ayora el primer Alcalde que tuvo el municipio.
Una vez conseguida la segregación respecto de Vera se tuvo que dotar a la naciente localidad con las consiguientes infraestructuras y elementos necesarios para el fortalecimiento de su recién conseguida soberanía. Uno de los primeros objetivos fue la construcción de una Iglesia y en ello influyeron notablemente los Berruezo. Así, por ejemplo:
Ø  El 6 de enero de 1861, el Ayuntamiento presidido por don Manuel Berruezo acordó su construcción a partir de la reforma y ampliación de la antigua Ermita existente en la población. Sin embargo, el templo no se terminó hasta 1868 con la edificación de la torre.
Ø  En la sesión plenaria de Ayuntamiento de fecha 30 de marzo de 1862, continuando de Alcalde D. Manuel Berruezo, se acordó solicitar al Obispo de Almería el establecimiento de los Sacramentos para la Misa en la nueva Iglesia de Garrucha.
Ø  El 15 de enero de 1866, siendo Alcalde D. Juan Francisco Berruezo Torres, se procedió a la solemne inauguración de la pila bautismal de la Iglesia. Este acto fue de suma importancia, ya que a partir de esta fecha los nacidos en Garrucha serían bautizados en el municipio y no tendrían que desplazarse a Vera para ello.
Ø  En abril de 1866, con ocasión del bautismo de doña María Berruezo Gerez, hija de don Francisco Berruezo López y doña María del Mar Gerez Segura, su abuelo materno, don Bernardo Gerez Soler, donó a la Iglesia una concha de plata con la que muchos garrucheros fueron bautizados desde ese histórico año.
Ø  En 1888, siendo Alcalde don Francisco Berruezo López, el Papa León XIII declaró a San Joaquín como Patrón y Titular de la Iglesia de Garrucha, que ya ostentaba la consideración de Parroquia desde 1871.
Ø  En septiembre de 1907, el Ayuntamiento presidido por don Pedro Berruezo Gerez y la propia Parroquia acordaron adquirir tres campanas: una para el campanario de la Iglesia, otra para la Capilla del Sagrario Corazón de Jesús y otra para el reloj público.
Terminada la Iglesia en 1868, se procedió a reafirmar a través de una serie de advocaciones religiosas la identidad propia garruchera. Así pues, la familia Berruezo, junto con otras, canalizando el sentir y la devoción del piadoso y católico pueblo de Garrucha, constituyó el 12 de abril de 1868, con la aprobación de los estatutos, la hoy conocida como Real, Ilustre y Antigua Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores de Garrucha. Los padres fundadores y firmantes de los estatutos fueron los devotos católicos don Francisco Berruezo López, su primo don José Segura Berruezo y el sacerdote de la Iglesia de Garrucha, don Eusebio Francisco Sáez.
Sin lugar a dudas, don Francisco Berruezo López fue un gran benefactor de nuestra Hermandad y perteneció toda su vida a su Junta de Gobierno. Asimismo, fue uno de los grandes impulsores de nuestra primigenia Semana Santa y colaboró estrechamente con el Ayuntamiento en la organización de las diferentes fiestas religiosas celebradas en Garrucha.
Por otra parte, sería injusto olvidar la aportación de su caritativa y devota esposa, Dña. María del Mar Gerez Segura, Mayordoma y Camarera de la Virgen, que consta también en el listado de los primeros socios de nuestra Hermandad y cuya vinculación fue igualmente importante.
Finalmente, don Francisco Berruezo López murió en Garrucha el 15 de febrero 1917, reposando sus restos en el Panteón familiar, cumpliéndose ahora el Centenario de  su fallecimiento.
Asimismo, su bisnieto D. José Francisco Berruezo hizo lectura de la siguiente súplica funeraria, que consta en un cuaderno personal que se conserva de D. Francisco Berruezo:

SÚPLICA A LA VIRGEN DE LOS DOLORES
¡Oh Virgen Santísima María, Inmaculada Madre de Dios! Por el dolor inmenso que tuviste cuando estabas mirando a tu Hijo clavado y levantado en la Cruz, y te encomendó al Discípulo amado, y en él a todos nosotros, te suplico que seas todo mi amparo y toda mi defensa en este día de mi muerte, para que salga a gozar la vida eterna y alabar allí a tu Hijo preciosísimo, y alabarte a ti por los siglos de los siglos. Amén.
Igualmente, en el acto celebrado, la Secretaria de la Hermandad, Dña. Francisca Soler Aureliano, hizo lectura del acuerdo por el que su Junta de Gobierno nombraba por unanimidad Hermanos de la misma a D. José Berruezo García, D. Ernesto Ortuño Berruezo y D. José Francisco Berruezo Martín, descendientes de D. Francisco Berruezo López, imponiendo el Hermano Mayor las medallas a cada uno de ellos.

El Hermano Mayor D. José Rosa impone las medallas a los oferentes.
Fotografía cortesía Isabel María Simón Castaño

Acto seguido, los citados miembros de la familia Berruezo realizaron, en nombre de su antepasado, una ofrenda a María Santísima de los Dolores, advocación mariana por cuya tanta devoción sintió en vida y que durante tantos años ha sido amparo y protectora espiritual de la familia. La ofrenda consistió en:
  • Rosario del siglo XIX de nácar, plata dorada de filigrana y oro en su estuche original.
  • Pañuelo bordado a mano sobre tull de seda con el nombre Dolores y las iniciales F.B.L., realizado por Artesanía Florencia de Jaén.
  • Broche con el nombre Dolores sobre guirnalda de flores, diseñado y realizado en el Taller de Orfebrería Cristóbal Martos S.L. de Málaga.
Rosario ofrendado

Pañuelo ofrendado

Broche ofrendado

Caja de madera de raíz contenedora de la ofrenda

Detalle de la placa de la caja

María Santísima de las Dolores portando las ofrendas

Como epílogo al acto, la Hermandad entregó a cada uno de los oferentes un pergamino conmemorativo de la efeméride cumplida, así como otro ejemplar que se reserva la cofradía para su Archivo. Dicho documento fue firmado por la Secretaria, el Hermano Mayor y los oferentes.

Pergamino conmemorativo del acto
Artículo publicado en el periódico "La Voz de Almería", el 26 de febrero, por su Redactor Jefe D. Manuel León


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